30 de agosto de 2011

VidaDeUnaMariposa: EL MUSICAL.



Las cosas no pasaron como esperaba. Ser valiente no solo es cuestión de verte. Esta mañana estaba en lo más alto, pletórica. Y en sólo un segundo, en lo más hondo. Cada vez tengo más claro que el equilibrio es imposible para mí. Pero he dejado las puertas abiertas, esperando que el alba florezca


Siempre lo hago.
Besos con marca.

PD: Sé que esto no os ha aclarado una puta mierda. Bueno, algo sí, al menos sabéis lo que ha pasado. Quien me tenga en messenger o redes sociales y quiera que le cuente con un poco más de detalle, que me pregunte, que seguro que también me viene bien leer diferentes opiniones sobre el tema.

Mañana es mi último día de contrato, pronto retomaré secciones, comentaré más a menudo e, inevitablemente, empezaré otro nuevo ciclo en mi vida. Con todo lo que eso conlleva. Muá.

29 de agosto de 2011

Me pones, me pones...


Mürfila - Me Pones

A mí me pone Spiderman.
A mí me pone Marilyn.
A mí me pone hacer el animal.
A mí me pone Haddock y Tintín.

A mí me pone Bollywood.
A mí me pone lo que me pongo.
A mí me pone la Barbie Rockstar.
A mí me pone que me adoren.

A mí me pone que me canten una nana.
A mí me pone que la gente sea rara.
A mí me pone la lluvia sobre la cara.
A mí me pone un agujero en la manga.

Tú me pones, me pones, me pones, me pones...
Me pones, me pones, me pones...
Tú me pones, me pones, me pones, me pones...

Vivir al segundo sin nada que hacer,
quedarnos mirando, pensando a la vez.
Jugar a ser ricos, hacer un pastel.
Tocarnos las almas con la punta del pie.

No me ponen los metrosexuales.
No me ponen los playbacks.
No me ponen los anuncios de limpieza.
No me pone Ben Affleck.

No me pone Victoria Addams.
No me pone la gente que se esconde.
No me pone la gente que no ríe.
No me ponen los latin lovers.

Tú me pones, me pones, me pones, me pones...
Me pones, me pones, me pones...
Tú me pones, me pones, me pones, me pones...

Vivir al segundo sin nada que hacer,
quedarnos mirando, pensando a la vez.
Jugar a ser ricos, hacer un pastel.
Tocarnos las almas con la punta del pie.

No me ponen las mentiras. Sí me ponen las tiritas.
No me pone la coca loca. A mí me pone la CocaCola.
No me ponen los estadios. Sí me pone nuestro bar.
No me pone el reggaetón. A mí me pone Johnny Cash.

No me pone la chulería. Sí me pone la bulería.
No me pone el egoísmo. A mí me pone el egocentrismo.
No me ponen las bofetadas. Sí me ponen las carcajadas.
No me pongo cuando quieren ponerme. A mí me pongo, me pongo yo.

Me pongo yo, me pongo yo, me pongo yo, me pongo yo.
Me pongo yo, mogollón, mogollón...
Me pongo yo.


---------o---------

Ojalá fuera tan fácil decirle a alguien que te pone. Bueno, en realidad lo es, ¿no? Pones los labios juntos para pronunciar la eme y ya tienes el me. Los vuelves a juntar con un poco de más fuerza para la pe, luego un poco de nasal para la ene y ya lo tienes todo hecho. Ojalá fuera tan sencillo, ya os digo... Sobre todo cuando todo es tan rápido que casi ni te das cuenta y, cuando eres consciente, ya ha pasado todo y las piernas te están temblando. A veces me paro a pensarlo fríamente y llego a la conclusión de que no puedo ser tan pava. De que así no voy a llegar a ninguna parte, que siempre voy a estar "viéndolas pasar". Entonces me vengo arriba, planeo, planifico. E imagino. ¡Ay, si imagino...!

Tengo jaqueca de lo mal que he dormido esta noche, del aluvión de pensamientos y ensoñaciones que han pasado por mi mente. Unos a la velocidad de la luz a pesar de estar casi en completa oscuridad. Otros lentamente, regodeándose, arañando, colgando lastres en forma de deseo contenido que hacen que hoy la cabeza me pese casi como nunca.

Alguien me dijo ayer que estos son los alicientes de la vida. Desde luego llevo un par de días que no me puedo aburrir, que me levanto con más ganas, que a pesar de haber estado por casa, mi mundo interior ha estado en completa y continua ebullición y no ha parado casi ni durmiendo.

Y sé que me estoy trayendo un montón de misterio con todo esto, que no lo cuento claramente y que queréis saberlo. Peeeeeeeeeeero prefiero mantenerlo así porque luego cuento las cosas y se quedan en nada, así que esta vez será todo a posteriori. Sólo diré que ha sido algo totalmente inesperado, que hacía tiempo que no me sentía así (a veces creo que nunca me he sentido así de lo rápido que ha sido todo), que NO es amor (lo que tú sienteeeees, se llama obsesiooooón...) y que tiene fecha de caducidad inminente.


Pero cómo me pone...
Besos con marca.

26 de agosto de 2011

Fruslerías. (IX)

Que me mire a los ojos cuando me habla. Que se acuerde de mi nombre y se dirija a mí con él. Que se preocupe por mi salud y me pregunte por mi ánimo y por mi coche. Que venga a pedirme ayuda y consejo. Que sea amable y tenga siempre una sonrisa. Que diga que vendrá a verme y lo haga. Que haga que me de un nosequé en el estómago. Tonterías, nimiedades, pequeñas cosas que pueden ser un mundo si eres alguien como yo. Alguien que recibe las muestras de interés y de cariño como si se tratasen del tesoro más preciado. Alguien que lleva alrededor de un año sola. Alguien caprichosa, enamoradiza y sobre todo cariñosa, que siente que tiene tanto para dar. Y luego pasa lo que pasa. Lo del amor unidireccional del que ya hablé en otras ocasiones. Lo de lanzar amor-calor al vacío y no obtener nada de vuelta. Lo de quedarte fría, congelada. A veces es por pura indiferencia. No heredé una buena puntería y me gusta mirar alto. A veces es por simple falta de iniciativa por mi parte. No sé si iniciativa es la palabra, pero toda la verborrea que puedo tener por aquí, todo lo que haría, diría, intentaría... Todo se agolpa en mi cabeza, se estanca en mi garganta, me pesa en la lengua. El cerebro se bloquea, los miembros no responden y se me encaja la sonrisa más idiota que no sé si me hará parecer lo propio. En mi imaginación, en mis ensoñaciones, todo era más fácil. Le sonreía, le coqueteaba un poco y todo iba sobre ruedas. Es entonces cuando entra en juego el mecanismo de defensa por excelencia y empiezas a pensar que tampoco es para tanto. Piensas que no está tan buena o que no es tan guapo. Le quitas importancia para autoconvencerte de que no te vas a perder nada. Y pasan los días. Los meses. Los años. Y te das cuenta de que ir sola a la playa te hace bien y mal a partes iguales. ¿Has cogido el protector? Hoy está pegando fuerte.

Escrito el miércoles, 24 de agosto de 2011.

Besos con marca.

23 de agosto de 2011

Hair.


Lady Gaga - Hair

Sé que os debo desde hace tiempo un post contándoos lo que me hice en el pelo. Llamadlo pereza, falta de autoestima pasajera, cámara estropeada... Pero suelo cumplir lo que prometo, así que hoy ya toca desvelar el nuevo look que me lleva acompañando desde hace casi dos semanas.

Pongámonos en situación: La idea del rapado lateral me encantaba. Llevaba bastante tiempo pensando en hacérmelo ya que al tener tanta cantidad y volumen en el pelo, con hacerme la raya en medio podía ocultar el rapado si me aburría de él o si prefería ir un poco más formal. Pero pensándolo mejor, me acabó pareciendo un corte demasiado extremo para mi estilo y además me daba "miedo" la época en la que quisiera dejarlo crecer. Así que siempre lo posponía.





Hasta que llegaron a mí las fotos de esta chica que os muestro a continuación. Se trata de Valentina, de uno de los blogs que sigo desde hace tiempo, Shared Closet.





Me quedé totalmente enamorada y encontré en este look la sustitución perfecta para el rapado lateral. Y como hay que tener amigos hasta en el infierno, recordé que mis padres conocen a un matrimonio senegalés que van por los distintos mercadillos de Huelva y en alguna ocasión había visto a la mujer haciendo trenzas a niñas y tal... Así que me planté allí hace un par de viernes y en menos de 10 minutos ya tenía las trenzas hechas. Siento la calidad de las fotos con la webcam y mi careto, pero mi cámara está estropeada y no he sido capaz de encontrar la antigua para que alguien me hiciera fotos en condiciones. It's something.





Me encanta. Al principio me dolían un poco y al hacérmelas también, porque me tiraba mucho del pelo para que quedasen bien pegaditas al cuero cabelludo. Pero ha merecido la pena y el precio que me ha hecho ha sido de risa. Además este verano estoy más jipi que nunca, más natural y relajada en cuanto al atuendo y las trencitas combinan a la perfección con este estado mío veraniego. No sé hasta cuándo las mantendré, una de ellas se me jodió mucho y me tuve que hacer yo un apaño, pero creo que las tendré bastante tiempo si van durando. ¿Os han gustado? A ver si consigo hacerme fotos más decentes y os las traigo. =)

¿Sabéis que vuelvo a tener mi coche?
Creo que por eso estoy un poco más relajada.
Besos con marca.

22 de agosto de 2011

Stellar.

Tengo un compañero en el camping que me trae todos los días el diario El Mundo. Él lo compra porque quiere el diario deportivo que viene junto a dicho periódico y, como no lo lee y yo un día se lo pedí porque estaba aburrida, ahora me lo regala cada mañana. A mí leer El Mundo me entusiasma lo mismo que clavarme mondadientes bajo las uñas así que, como mucho, me leo alguna entrevista, la sección de ciencias o naturaleza cuando la hay, hago algún pasatiempo y, cómo no, me leo el horóscopo.

A mí lo de los horóscopos en este plan me resulta curioso. Bien es sabido que los suelen escribir periodistas sin más, sin ningún tipo de "poder sobrenatural" que les haga entender las estrellas o las posiciones de los planetas y bueno, aún está por ver también que eso influya en nuestras vidas en mayor o menor medida. La cuestión es escribir cosas más o menos genéricas que se puedan adaptar a cualquier tipo de lector que decida pasarse ese día por la sección, así que pocas veces se puede encontrar algo concreto. Es, sobre todo, cuestión de sugestión. De verte a ti mismo reflejado en las palabras que acabas de leer porque es lo que querías leer, lo que querías que alguien te dijera.

Y eso es lo que me ha pasado hace un rato cuando, tras recibir el periódico y tomarle la tensión a una mujer, he posado mis ojos en la predicción para hoy de Tauro. Dice así:

"La búsqueda del ideal no se concreta fácilmente
en los asuntos referentes al afecto. Persigue
unos objetivos tan elevados que son difíciles
de alcanzar."

Entonces mi mente hace un "clic" y me lleva a pensar que debería relajarme más en la vida. Bajar un poco las expectativas que tengo de todo y de todos, sobre todo de mí misma, e intentar disfrutar. Principalmente en el terreno afectivo, como dice el zodiaco, y así tener una vida afectiva un poco menos austera. No es todo así tan en general. Se me viene a la cabeza cierto culo cierta persona en la que quizás he estado pensando demasiado un par de días. Y me doy cuenta que este tipo de "estado" que tengo ahora me pasa a menudo, que soy mucho de enamorarme fugazmente, de encapricharme y de no conseguir nada por lo general. 

Pienso que en parte es lógico que me pase si noto cierto interés por mí, si me demuestran un mínimo afecto y si tiene una nariz y una forma de hablar tan jodidamente sexys. Y más si hace tanto tiempo que no estoy con nadie, en ninguno de los sentidos. Pero las cosas son como son. Y nadie va a dar un paso adelante. Ni siquiera sé si de verdad hay interés por su parte o es que es así y le sale ser tan charming con la gente.

¿Por qué cuento esto aquí un lunes sin más? Supongo que porque necesitaba echarlo fuera. Porque me cuesta decirle a la gente que necesito mimos, atención. Porque me cuesta encontrar no alguien en quien fijarme, sino alguien en quien depositar realmente mi cariño y que resulte ser recíproco. Porque sé que aquí siempre me lee alguien y me escribe algo que seguro tendré en cuenta.


Besos con marca.

17 de agosto de 2011

To fade away.

Te estás sintiendo bien. Lo estás intentando con todas tus fuerzas. Te autoconvences, te pones el chip del buen rollo, intentas disfrutar al máximo de los días, compaginar trabajo, descanso y ocio. Empiezas a pensar positivamente, a dejar que te resbalen las cosas que no interesan. Quieres disfrutar de la gente que ya tienes a tu lado y dejar entrar nuevas personas en tu vida. Te preguntan cómo estas y puedes responder que bien o que al menos estás poniendo todo de tu parte para que así sea. Porque sabes que han habido momentos en que has estado peor, porque eres de rachas y ahora estabas siendo capaz de mirarlo todo de otro modo, exprimiendo las horas, exprimiendo el sueño, exprimiendo tu cuerpo. Siempre te ha dado miedo sentirte así porque sabes que cuando estás en lo alto la caída es más grande. Pero esta vez te estabas dejando llevar. Hasta tu cara, tu pelo y tu cuerpo estaban más relajados. Tu mente estaba más abierta, te dejabas llevar más, sonreías más. Nunca habías sido optimista, pero esto se le parecía o se le acercaba.

Y se acabó. Se acabó por cosas que no están en tus manos, por cosas que no puedes controlar. Se acabó porque siempre tiene que haber alguien que te lo estropee todo, ya sea con sus palabras, con sus actos, con sus desprecios, con sus errores. Como cuando estás en un estado eufórico y te dan un bofetón. O te tiran un cubo de agua fría por encima que te corta el cuerpo. Y vuelven todos los pensamientos negativos, regresan todos los miedos, los complejos, la indefensión, la inseguridad, la tristeza...


Y lo peor de todo es que sabes que es sólo el principio 
de una pésima racha que no sabes cuánto durará
ni cómo controlar.

Besos con marca.

12 de agosto de 2011

Preludio.

(Estoy enganchada a esta canción.)





¿Qué será, será...?
Besos con marca.

9 de agosto de 2011

Fruslerías. (VIII)

Debo dejar de fumar en sueños porque luego amanece y toso como una enferma adicta a la nicotina de tu piel que se interroga como diciendo "¿desde cuándo tú fumas?". Y es que a mi cerebro le ha dado por soñar cada noche con una tú distinta, esas tú del pasado que, precisamente, pasaron. No sé porqué pero soñaba que me cruzaba contigo y que tus ojos se clavaban en los míos y nuestros labios parecían sellados a posta para no decirnos ni una palabra. Entonces te apoyas en una columna en aquella colmena de gente que iba, venía y esperaba, como tú. No sé qué esperábamos allí como tampoco sé porqué en el fondo de mi bolso había un cigarrillo que mis manos, torpes por haber visto tu cara, buscaron ciegas hasta dar con su tacto. Una chica me ofreció el fuego de su boca y fumé como si llevara toda la vida en ello. Y lo cierto es que el sentimiento lleva en mis pulmones casi toda mi vida, como un cáncer que no se va, que no quiero que me lo extirpen porque le he cogido cariño. Necesito una terapia de cuidados paliativos para acercarme a lo que es estar sana de ti y poder, al fin, querer curarme.


Creo que el placebo está a punto de llegar.
Besos con marca.

8 de agosto de 2011

Entrada sin título.

Domingo 7 de Agosto de 2011.

Estoy sentada en el suelo de una estación junto a colillas, cáscaras de frutos secos y un señor negro que dormita como a cinco metros de mí. Hace calor, estamos en la primera semana de agosto, pero al menos estoy a la sombra y tengo casi un litro y medio de agua. No soy la única que está en el suelo. No es que los de este pueblo y yo gustemos de estar tirados por cualquier parte. Es que las puertas de la estación, tras cuyos cristales se aprecian numerosos asientos de los que seguramente daríamos buena cuenta, están cerradas. A cal y canto.

Desconozco por completo el motivo de esto. Ni siquiera tendría que estar aquí. A la hora a la que escribo esto suelo estar quitándome los zapatos al llegar a casa. Pero hoy, para volver a mi ciudad, a mi hogar, a unos cincuenta kilómetros de aquí, tengo que coger un autocar. Así todos los días hasta sabrá dios cuándo. Y todo por culpa de la ineficacia y la ineptitud de unos cuantos.

Ayer el coche me dejó tirada por tercera vez. Ya no fue en Huelva como las anteriores. Me falló en mitad de la autopista, en el kilómetro 107 de la A49, dato que dudo se me olvide en la vida. Me doy cuenta de que estoy ahora mismo donde estoy por culpa de otros y de que mi mal humor de hoy es la consecuencia de una cadena de fallos con los que no puedo hacer nada.

El "fallo mayor" es el tema del coche, que tras costarnos una plaquita electrónica y una batería nuevas por estar, supuestamente, defectuosas las anteriores, me ha vuelto a fallar, dándome esta vez muchos más errores y dejándome a mi suerte en plena autopista cuando iba de camino al trabajo, resacosa perdida y empalmando sin dormir desde el día anterior por haber llegado hacía nada a mi casa de las Colombinas. Y eso, habiéndolo sacado del taller oficial del concesionario hace escasas dos semanas. Genial.

El segundo fallo se lo atribuyo a la teleoperadora de la aseguradora que me atendió por teléfono cuando solicité ayuda. Me dijo que me mandaría un taxi al punto donde me encontraba para que me llevase a casa, ya que la grúa se llevaba el coche a la base de las grúas del pueblo más cercano. El que se llevó mi coche me dijo que me tendrían que haber mandado el taxi a dicha base y haberme ido con él, para que no tuviera que esperar sola en mitad de la nada. Pero ya habían dado la orden, así que estuve esperando casi dos horas a que viniesen a por mí. Tras el quitamiedos de un arcén. A pleno sol, sin nada con lo que cobijarme. Con la consiguiente insolación. Todo el sábado vomitando, con fiebre, escalofríos, mareos, dolores musculares... Un show.

Luego nos plantamos en la mañana de hoy para venir al trabajo. Cojo un bus urbano que me lleva a la estación de autocares. Para empezar, me encuentro con un montón de niñatos que han dejado las Colombinas hace nada. Digo niñatos porque a ver, todos hemos ido a la feria, hemos bebido y la hemos liado, pero ponerse a gritar, a insultar, a tirarse cosas y a molestar al resto de gente no me parece ni medio lógico. Menos a las 8 de la mañana. La tarde anterior había ido a mirar los horarios e itinerarios y uno de los inspectores me dijo que el autocar que tenía que coger me dejaría justo en la entrada del camping. Tal fue mi sorpresa cuando el autocar paró en la estación del pueblo y no en el camping que, cuando después de andar más de un kilómetro primero por un carril bici y luego por entre los pinos y matojos del arcén, llegué al camping, no pude aguantarme y empecé a llorar. Estaba cansada, nerviosa, triste, traía los pies llenos de mierda y seguía encontrándome mal del día anterior. Estaba sudando, ardiendo, era una estufa irradiando calor. Y necesitaba echarlo todo fuera así que lloré y lloré durante un buen rato mientras mis compañeros de la recepción intentaban consolarme.

A la vuelta a casa, tenía que coger un autocar a las tres y cuarto. Hora y cuarto después de acabar mi jornada. A esa hora estoy ya normalmente en casa poniendo la mesa, pero el almuerzo de hoy ha sido un bocata de salami en el supermercado del camping. Un compañero me ha acercado a la estación y aquí tenemos la cuarta ineficacia del día: la estación está cerrada. No es que no haya servicio de transportes, sino que el edificio está cerrado y no puedo acceder a Información, servicios, cafetería o a esos apetecibles bancos de los que hablaba al empezar a escribir. ¿Tanto supone mantener el sitio abierto y acondicionado para la espera de los viajeros en lugar de tenerlos a todos tirados por el suelo aunque sea domingo? Me juego lo que sea a que habrá gente del pueblo en el paro a la que le gustaría tener un trabajo y que estaría encantada de tener abierta la estación.

Si pienso que esto es lo que me espera cada día hasta que la "partía" de ineptos de la Citröen me den una solución, me pongo enferma. Así que mejor ni pensarlo y tomármelo como un motivo para caminar unos kilómetros cada día y ponerme un poco en forma. mis cojones, o me arreglan el coche ya o me ponen uno de cortesía o les meto fuego a todos ya


Así he terminado y empezado la semana. Entendéis ahora que esto, sumado a otras cosas, me tengan los ánimos del revés y me hagan llorar canciones como la de ayer.

Besos con marca.

7 de agosto de 2011

Ponerme esto a toda hostia y llorar.



Find a cure, find a cure for my life. Find a cure, find a cure for my life. Find a cure, find a cure for my life. Find a cure, find a cure for my life. Oh my god, oh you think I'm in control. Oh my god, oh you think is all for fun. Oh my god, oh you think I'm in control. Oh my god, oh you think is all for fun.

Paint a smile, paint a smile on my face. Paint a smile, paint a smile on my face. Paint a smile, paint a smile on my face. Paint a smile, paint a smile on my face. Put a price, put a price on my soul. Put a price, put a price on my soul. Put a price, put a price on my soul. Put a price, put a price on my soul. Oh my god, oh you think I'm in control. Oh my god, oh you think is all for fun.

Find a cure, find a cure for my life. Find a cure, find a cure for my life. Find a cure, find a cure for my life. Find a cure, find a cure for my life.

Find a cure, find a cure for my life. Find a cure, find a cure for my life. Put a price, put a price on my soul. Put a price, put a price on my soul. Build a wall, build a fortress 'round my heart. Oh my god, oh you think I'm in control. Oh my god, oh you think is all for fun. Oh my god, oh you think I'm in control. Oh my god, oh you think is all for fun.

Is this fun for you?

Oh my god, oh you think I'm in control. Oh my god, oh you think is all for fun. Oh my god, oh you think I'm in control. Oh my god, oh you think is all for fun. Oh my god, oh you think I'm in control. Oh my god, oh you think is all for fun. Oh my god, oh you think I'm in control. Oh my god, oh you think is all for fun.

Oh my god! Oh my god! Oh my god! Oh my god! Oh my god! Oh my god! 

Ida Maria - Oh my god

Mierda en cantidades industriales para mí.
Besos con marca.

5 de agosto de 2011

Ser mamá. 2: Mis ideas.

Leer el post anterior para ponerse en situación.

Gracias por la buena acogida de la entrada anterior y por haberme abierto una parte de vuestros corazoncitos, ideas y sentimientos. Algunas me habéis preguntado por mis ideas al respecto, pues es cierto que en el post previo sólo dije que me gustaría ser madre, pero no mi opinión sobre las mismas cuestiones que os planteaba a vosotras. Pues bien, vayamos por partes entonces.

Está claro ya que me gustaría ser madre. Por mí, lo sería ahora mismo y no lo sería todavía. ¿Bipolaridades mías? No, todo tiene su explicación. Igual os parece raro, pero yo me siento preparada emocionalmente para tener un hijo, cuidarlo y educarlo. Pero no se trata sólo de eso. Tener un hijo supone no sólo estar preparada física y psicológicamente, sino que también hay que estarlo económicamente y eso, de momento, me falla. No traería un hijo al mundo sin saber, en mayor o menor medida, si podría encargarme económicamente de él. ¿Qué necesitaría? Pues un trabajo más o menos estable y supongo que una persona que me apoye. Digo supongo porque creo que también sería capaz de ser madre soltera, pero creo que sería la última opción. Siempre he pensado que con 28 años me gustaría tener al menos un hijo, pero a cuatro años de tener esa edad, cada vez lo veo más difícil.

No voy a entrar en el tema económico respecto a la inseminación, las muestras de semen, las consultas... No por nada, sino porque no dispongo de la documentación necesaria como para meterme en profundidad en ese tema, pero si tengo tiempo y puedo acceder a esa información, intentaré hablar más adelante sobre ello.

Nos plantamos entonces en la elección de la forma de tener hijos. Adoptar es algo que siempre me ha parecido bonito e importante porque pienso que no estoy en situación de hacer grandes cosas por la humanidad y lo veo de la siguiente forma: No puedo detener el cambio climático pero puedo coger menos el coche, reutilizar y reciclar todo lo que esté a mi alcance e intentar también consumir menos. No puedo detener la pobreza en el mundo, pero puedo hacer pequeñas cosas por la gente de mi entorno que lo pasa mal, colaborar con asociaciones y, en el caso que nos ocupa, adoptar. Pensar que puedo hacer feliz a un niño que por determinadas circunstancias no tiene una familia que lo cuide me pone el corazón contento. No me importaría su procedencia, su aspecto o su edad, lo querría como si fuera mío y se pareciese mucho a mí. Aunque sí es verdad lo que comentaba en la entrada anterior La Macarra, que adoptar a niños a partir de cierta edad puede acarrearles consecuencias psicológicas y sociológicas y eso hay que tenerlo muy en cuenta.

Lo que sí es cierto es que me gustaría experimentar el embarazo y que mi primer hijo fuese biológico antes que adoptado. Creo que tengo un cuerpo perfectamente preparado para concebir y un instinto maternal muy desarrollado como para desaprovecharlo, además de muchas ganas de saber qué se siente durante todo el proceso, saber que albergo en mi interior una nueva vida, pasar por el trance de parir y ver luego que ese ser pequeñito que se ha gestado dentro de mí va creciendo. Es aquí cuando se plantean dos cuestiones: ¿Mis óvulos o los suyos? y el tema del esperma.

El método ROPA (Recepción de Óvulos de la PAreja) te permite recibir óvulos de tu pareja inseminados previamente con el esperma de un donante anónimo para que aniden en tu útero. Hay mucha controversia con este procedimiento, ya que los más conservadores (o cabrones, diría yo) argumentan que sería una donación y que, al no ser anónima, estaría prohibida en España. Pero con la igualdad conseguida con el matrimonio mal llamado homosexual, el método se consideraría una cesión, una combinación de gametos sexuales al igual que ocurriría en un matrimonio heterosexual y ya hay parejas de lesbianas que se han quedado embarazadas mediante el ROPA.

¿Me acogería a este método? Sin lugar a dudas. Siempre he pensado en él, aún cuando no sabía ni que se podía llevar a cabo. Me parece la forma más cercana de que el bebé sea de ambas. Que ya lo va a ser, porque si una pareja decide dar este paso es porque se aman y porque van a querer a ese pequeñín más que a nada en el mundo. Pero me negaréis que es una forma preciosa de tener un hijo de tu pareja, siendo ésta mujer. Es que lo pienso y me emociono, en serio.

Tampoco tendría problemas en que primero se quedase embarazada una de las dos y después la otra, pero a lo que no estaría dispuesta es a que ella los tuviera todos porque entonces supondría que yo no viviría ese proceso en mis propias carnes y eso me pondría muy muy triste. Si yo fuese estéril me daría un chungo, en serio, chica iba a ser la factura del psiquiatra... Y bueno, respecto al número de hijos lo tengo claro. Mínimo dos. No quiero criar un hijo único, quiero tener al menos una parejita, independientemente de su sexo, que compartan cosas, que se quieran, que se peleen, que se enseñen y que, cuando en un futuro sus mamás no estemos en el mundo, se tengan el uno a otro para apoyarse y protegerse.

Pasamos entonces a uno de los puntos más complicados de la odisea de ser mamás siendo lesbianas: el semen. Hay a quienes les parece increíble que estando en el siglo XXI esto sea tan complicado, pero es lo que hay, la raza humana está hecha para que en la reproducción tengan que intervenir ambos sexos, con diferentes cargas genéticas y, aunque no lo parezca, esto es importante y necesario. Partimos de que, según lo que conocemos hasta el momento, dos óvulos no se pueden unir y dar lugar a una nueva vida. La verdad es que mi mente científica no descarta que, en un futuro y con alguna manipulación, se pueda llevar a cabo una fecundación óvulo-óvulo ya que, si lo pensamos, las mujeres aunque tenemos sólo cromosomas X, dos de ellos podrían dar lugar a otra hembra igual que cuando el hombre aporta el X y la mujer el otro X. Pero ahí estaría también la pega de poder reproducirse dos mujeres juntas y es que los bebés siempre serían niñas. El tema de la reproducción asexual sería aún más arriesgado. ¿Por qué? Porque de darse, la descendencia sería genéticamente igual a la madre, serían todo hembras también y los fallos genéticos que portase la madre, y que a veces se evitan en la combinación hombre-mujer o en la selección natural de los individuos más adaptados, se irían repitiendo infinitamente en las generaciones venideras.

Dicho esto, no queda otra que encontrar la parte masculina necesaria en todo esto. Aquí en España, la única opción posible es ir a un banco de semen y solicitarlo de un donante anónimo. Bueno, también te puedes tirar a cualquiera, conocido o no, y quedarte preñada, pero estamos hablando en todo momento de seguir el procedimiento correcto. No hay posibilidad de conocer al donante (en ningún caso lo llamaremos padre, ya que padres son los que crían, cuidan y aman, no los que aportan la semilla) ni de elegir tú misma sus características. Lo que sí estoy leyendo ahora mismo es que la clínica que vaya a encargarse de la inseminación, recibe una lista de donantes que son idóneos primero biológicamente (grupo sanguíneo, exención de enfermedades...). Luego, si la pareja no dice nada, eligen a un donante que se parezca físicamente, es decir, que tengan un fenotipo (expresión de los rasgos genéticos) parecido al de las madres. Para ello, antes de la selección, se rellena un formulario con información  como el peso, la altura, color de pelo y ojos, la raza... Si por el contrario quieres que el donante tenga otras características, puedes señalarlas en dicho formulario. Lo que no se puede elegir es el sexo que tendrá el bebé, salvo en casos médicos en los que sea necesario para curar a un hijo anterior o evitar una enfermedad propia de uno de los sexos.

Puestas a escoger, yo elegiría un donante de estatura media, ya que yo aportaría lo suficiente para que los niños fueran bajitos.... xD Me gustaría también que tuviese rasgos rubios, ya que yo de pequeña era rubita y aún me sale el pelo clarito al principio. Me encantaría tener niños rubios, pero sin embargo los ojos no me importan mucho, porque más que el color, me gusta la forma de mirar de la gente. Aunque lo que se suele decir en estos casos, suene o no manido, es la pura verdad: Con tener niños sanos y poderles dar todo lo necesario para que sean felices y tengan unos buenos valores, tengo suficiente.

¿Qué pasaría de poder optar a elegir semen de un conocido o, como en el caso de Cori y Kacy de The Real L Word, dar con una clínica en la que si quieres te ponen en contacto con el donate? Pues no me gustaría que el esperma fuera de un amigo o conocido ni tener contacto futuro ni yo ni mis hijos con el donante. Seamos realistas. Ese tío que ha eyaculado en un bote no tiene por qué tener nada que ver conmigo ni con mi familia y educaría a mis hijos de forma que supieran perfectamente que sus progenitores somos mi pareja y yo, para que no tengan la necesidad de buscar nada y para que no se sientan incompletos.

Por una parte, sería difícil y raro explicarle a un niño, en el caso de que el semen fuese de un conocido, que ese señor ha puesto sus genes para concebirlo, pero que no tiene nada más que ver con él. También sería complicado hacer que un hombre con el que tienes relación se quede frío y no sienta nada al ver a un bebé en el que sabe que ha tomado partido de alguna forma. Supongo que habrá gente que sí será capaz de hacerlo y que, con un buen contrato legal por delante, eviten cualquier problema en cuanto a derechos y deberes del donante.

La opción última y algo descabellada sería practicar sexo sin protección con cualquier tío que se te ocurriese, con lo que eso conlleva. No saber si es portador de alguna enfermedad de transmisión sexual que te pueda contagiar en el momento o si en su familia hay antecedentes de otro tipo de enfermedades que luego pudieran dar la cara en el futuro. Luego, estaría la cosa de quedarse embarazada a la primera y no tener que repetir, que ya sería buena suerte, por no entrar en el tema de que tu pareja no creo que tuviera mucha opción de participar y el excitarse o no con un tío si los hombres no te ponen. No sé si sería yo capaz de hacer esta locura en el momento oportuno, pero ahora lo pienso fríamente y creo llegado el momento sería capaz de usar a un tío para eso y no volver a saber nada más de él.

En fin, así están las cosas y así se las hemos contado. Esta es mi particular visión de la maternidad con alguna que otra información biológica que aún recuerdo de cuando era una chica de provecho y estudiaba y esas cosas. ¿Qué os parece? ¿Estoy totalmente colgada y no tengo remedio ya? ¿O compartís alguna conmigo estas ideas maternales? Hasta yo misma entiendo ahora, después de hacer esta entrada y profundizar en mis ideas, el por qué me gustaría llegar a ser matrona. (Vaya tochazo que me he marcado, escribe placenta previa en tu comentario si has llegado hasta el final).


Espero que paséis un buen finde.
Yo me voy a la ducha, a cenar y a ¡¡¡COLOMBINAS!!!
Besos con marca.

4 de agosto de 2011

Ser mamá.

Creo que alguna que otra vez he contado que uno de mis sueños, de esos sueños a largo plazo que todo el mundo tiene, es tener una casa bonita y una familia para compartirla. Una familia que cada vez tengo más claro (aunque con mis dudas de "bicuriosa" como dice mi hermano) que va a estar formada por otra mujer. Una familia que seguro va a tener un par de perros. Y una familia en la que, al menos, hubiera un par de niños.

Tener hijos puede parecer fácil. Papá puso una semillita en mamá. Una cantidad X de semen entra en contacto con un óvulo y si todo va bien, uno de los espermatozoides contenidos en ese esperma meterá su cabecita en dicho ovocito (no se considera óvulo como tal hasta que no ha sido fecundado y antes de que se forme el cigoto, pero comúnmente se le llama así) y en poco tiempo empezarán las numerosas divisiones celulares, la blástula, la mórula, el embrión, la placenta, más tarde el feto...


Para que ese encuentro semen-ovocito se produzca, rápidamente pensamos en la forma natural de concebir. Hombre y mujer practican sexo vaginal, hay una penetración, una eyaculación y un "viaje" del semen hasta dar con los óvulos receptivos. La cosa se complica un poco en parejas heterosexuales con problemas de fertilidad, pero el acceso a las técnicas de reproducción asistida es bastante bueno en este caso siendo financiado, hasta cierto punto, por la Seguridad Social. Pero la cosa se agrava mucho más si la pareja que desea aumentar su familia, participar del milagro de la vida y ser madres, está formada por dos mujeres.

Hemos visto tratar el tema de mejor o peor forma en televisión. Horrible me pareció que en Hospital Central, a pesar de encantarme la historia Esther-Maca, hicieran que Esther tuviera hijos 2 veces con Raúl. Como si al final, las lesbianas no estuviéramos del todo satisfechas y necesitáramos sentir la presencia de un falo en nuestras vidas. Me ha salido decirlo así lo más finamente posible. Luego tenemos la historia de Bette y Tina en The L Word. Los fracasos para encontrar donante entre sus conocidos después de que el esperma que un amigo les donó no sirviese para nada y la primera inseminación fallida. La segunda inseminación que Tina le ocultó a Bette, el ser madres juntas, el separarse... En definitiva, la manipulación totalmente comprensible de la historia por parte de los guionistas para aumentar el morbo y la audiencia.

Pero Ilene Chaiken fue más allá y decidió crear The Real L Word con las mujeres reales que supuestamente le sirvieron de inspiración para los personajes de la tan exitosa serie de Showtime. Independientemente de la credibilidad de este show (al que me gustaría dedicar una entrara en profundidad cuando tenga más tiempo), en su segunda temporada estamos pudiendo ver la historia de Cory y Kacy. 


Ellas son dos mujeres lesbianas y casadas que viven en Los Ángeles y que, como toda persona en el mundo, han llegado a ese punto de sus vidas en el que desean aumentar la familia, ser mamás y criar a su bebé. En la serie, al menos a la altura a la que yo estoy (he visto hasta el capítulo 7) hemos podido ver como no fueron capaces de encontrar entre sus amigos y conocidos un hombre que estuviera dispuesto a donarles el semen sin tener luego ningún derecho ni deber sobre el niño, cómo deciden acudir a un banco de semen que tiene una gran oferta online de perfiles perfectamente cumplimentados y seleccionados y cómo, poco a poco, se van a acercando al momento de la inseminación y de la espera hasta saber si se ha producido el embarazo. Hemos podido ver a una Cori haciendo esfuerzos para llevar una vida totalmente sana para favorecer en todo lo posible la concepción, a una Kacy demostrando todo su amor, apoyo y comprensión a su pareja y todas las dudas y sentimientos que este proceso puede albergar. Y algo muy importante desgraciadamente: lo que cuesta económicamente el poder conseguir el esperma y el poder acceder a las técnicas de reproducción.

Y en este punto, no soy yo quién para hablar de todo esto. Quién sabe si llegaré yo misma a pasar por este proceso en un futuro, pero quien sí que puede hablarnos de todo ello es la propia Cori, que empezó un blog justo antes de embarcarse en el proyecto de la segunda temporada de The Real L Word. Blog que dejó parado por la grabación del reality y que ha retomado justo hoy para seguir contándonos su experiencia. Está en inglés, pero creo que es bastante accesible y no hay nada que no solucione un traductor si hay alguna parte que no se entienda.

El blog se llama "Adventures In Baby Making", pero no está alojado en Blogger, sino en Wordpress. Os dejo la dirección para quienes queráis echarle un vistazo.


¿Y vosotras? ¿Cuántas queréis tener hijos? ¿Estaríais dispuestas a que el donante fuera un amigo? ¿Sólo os gustaría gestarlo una de vosotras o también contempláis la adopción? Espero vuestras opiniones.

Besos con marca.

1 de agosto de 2011

Lluvia de verano.

Agosto ha entrado en Huelva dejándonos chubascos intermitentes por la mañana, viento y un buen chaparrón que nos acaba de caer hace como una media hora. Me he mojado esta mañana cuando he ido, por fin, a cobrar. Y me he mojado esta tarde cuando he ido a hacer la compra con mi madre, nos hemos encontrado con una amiga y al refugio de la entrada de un bar hemos estado esperando mientras ellas charlaban y yo jugueteaba con la hija de esta chavala. Qué diferencia con los niños cuando no visto la "bata blanca", que me lloran sin tocarlos ni ná...

Estando esperando a que escampase, me ha pasado una de estas cosas curiosas que te hacen pensar lo diferente que es la percepción de las cosas que tenemos cada persona. Buscando también refugio y por conocer tanto a mi madre como a la amiga con la que estábamos, ha llegado una mujer. Treinta y tantos, moreno envidiable, ni muy femenina ni muy machorra, no guapa guapa, pero de estas que piensas "pues yo le daba". Además me dio el ramalazo casi instantáneo y pensé "esta tía es sanitaria". No me preguntéis por qué, pero me dio. A mí me sonaba del barrio, de las tiendas, de hacer la compra, el paseo... Estaba hablando con mi madre, porque por lo visto ha sido toda la vida vecina de una de mis tías y al rato las oigo que están hablando de mí, de dónde estoy trabajando y de que a ver si meto cabeza en la pública y efectivamente me dice que es celadora en uno de los hospitales de aquí. Se pone a hablar conmigo y noto que hay cierto feeling que atribuyo a "compartir" ámbito profesional, mientras pienso que ya no sólo le daba, sino que le daba lo suyo y lo de su prima la del pueblo. Una mujer carismática como hacía tiempo que no me encontraba ninguna.

Ha escampado un poco y aprovechando, nos hemos despedido todas, la peque me ha regalado una sonrisa imperfecta de dientes que están saliendo y la celadora una perfecta sonrisa de mujer arrebatadora. Y cada una ha cogido su camino. Mi madre, que iba unos pasos por delante, resguardándose de la lluvia bajo los balcones de la calle me dice:

-"Se le nota, ¿verdad? Se le nota desde chica, siempre se le ha notado..."

-"¿Se le nota el qué, mamá?"

-"Que se le nota que es..." -y sigue andando y no termina de decirlo.

-"¿Que es bollera?"

-"Sí. Desde chica, siempre jugando con niños, nunca le he conocido un novio que yo sepa y hoy va muy femenina para como suele ir siempre..."

-"Pues yo no le he notado nada, vamos. Le he notado más que es sanitaria que que le gusten las mujeres..."

No le he dicho que yo le daba porque está feo, porque yo sé que a mi madre aún le falta tiempo para madurar "mi decisión" y porque no le ha hecho mucha gracia nunca que me gusten "las personas mayores", entendiéndose por "mayores" que me saquen "muchos" años. 


Ay, si ella supiera...
Besos con marca.

PD: Las Fiestas Colombinas empiezan oficialmente mañana. Estáis todos invitados a pasaros y a quien le de por acercarse, que avise para tomarnos un ponchecito en una caseta. :)